Las Familias de víctimas de conductores ebrios agrupados en la Fundación Emilia llegaron hasta la Corte de Apelaciones de Valparaíso para reclamar por la decisión del tribunal porteño de rebajar la pena del sujeto que chocó y causo la muerte de Javier Muñoz, de 5 años de cárcel a libertad vigilada.

Los hechos ocurrieron el 29 de agosto de 2015, cuando Diego Vera Pizarro manejaba con 1,29 gramos de alcohol por litro de sangre a 180 kilómetros por hora, información constatada por Carabineros, cuando impactó el vehículo del ex relator del CDF en San Felipe.

Para Carolina Figueroa, vocera de la Fundación Emilia y madre de la pequeña fallecida por un conductor ebrio que diera nombre a la “Ley Emilia”, la responsabilidad recae en los legisladores, quienes permitieron vacios legales que favorecen a los victimarios.

La familia de Javier Muñoz viajó desde el Valle del Aconcagua, para hacer notar su molestia en el tribunal porteño que permitió la libertad del conductor que produjera la muerte de su ser querido. Visiblemente emocionada, la viuda de la víctima, Ana María Espinoza, declaró que “no puede ser que inocentes se vayan al cielo y asesinos queden libres”.

Durante la intervención que realizaron unas 100 familias de víctimas fatales por culpa de conductores ebrios en el frontis de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, padres, hermanos e hijos pegaron carteles en los autos fiscales y dejaron rosas en el lugar. Luego de entregar una rosa roja en el hall central del palacio, Radio Valparaíso conversó con la madre de Javier Muñoz, Nancy Delgado, quien molesta expresó que «la justicia no está haciendo bien la pega al permitir el cambio de sentencias de primera instancia».

La Fundación Emilia anunció para los próximos días una visita al Congreso Nacional para conversar con senadores y diputados la posibilidad de quitar los vacios legales de la Ley Emilia y evitar que fallos de primera instancia que condenen a pena de cárcel efectiva por conducir ebrios puedan.