Una mujer de 69 años fue llevada por sus propios familiares a una agencia funeraria en la ciudad de La Paz, en Bolivia, a que esperara su muerte y así poder velarla.

La señora a la que habrían quitado toda esperanza de continuar con vida, estuvo cerca de 24 horas sobre la mesa mortuoria de la funeraria con consentimiento de la hija, el yerno y una tía.

Pensando que la mujer ya había muerto, una amiga acudió a la funeraria, pero la halló con vida y llamó a la policía. “Según la versión de los hijos, ella tenía que morir; estaban esperando que muriera en la funeraria”, dijo un oficial entrevistado por una cadena privada de televisión.

Los tres familiares así como el administrador de la funeraria fueron detenidos y acusados de tentativa de homicidio.

«Ellos dicen que la señora ya estaba desahuciada pero ese no es un lugar ni el motivo para tener a una persona que estaba con vida, no es un centro de salud, no es un domicilio donde tengan un médico de cabecera, es por eso que procedimos a la detención de tres personas», explicó el director de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.