A diferencia de lo ocurrido en Valparaíso, donde la multitudinaria marcha finalizó en completa calma, en Santiago, un grupo de descolgados encapuchados las emprendió contra el mobiliario público, algunos negocios de la capital y carabineros.

Mientras en el Congreso Nacional llegaba a su fin la cuenta pública de la presidenta Michelle Bachelet, en el centro de Santiago, un grupo de personas comenzó a incendiar barricadas en plena Alameda, situación que obligó el actuar de Carabineros.

La manifestación en la capital estuvo acompañada en todo momento por desórdenes, tanto al comienzo en plaza Italia como en las inmediaciones de su culminación en calle República, donde en pleno barrio Brasil se tuvo que detener el tránsito debido a los problemas causados.