Davis Allen Cripe tenía apenas 16 años cuando murió por un exceso de cafeína tras tomar un café con leche de McDonald’s, una soda de Mountain Dew, y una bebida energética en menos de dos horas.

De acuerdo con el forense Gary Watts, el adolescente se desplomó en clases debido a un «evento cardíaco inducido por la cafeína que causa una probable arritmia». Según un compañero de clase, la última bebida era del tamaño de un refresco grande.

«La gente necesita prestar atención a su ingesta de cafeína al igual que lo hace con el alcohol o los cigarrillos. El problema en sí no fueron los productos sino el ingerirlos durante un corto periodo de tiempo entre cada uno», subrayó Watts.