El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, fecha en la que se busca concientizar sobre la importancia de tener condiciones óptimas en los puestos laborales. Así, desde 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) programa diversas actividades haciendo hincapié en la prevención de accidentes y enfermedades profesionales.

Si bien, en nuestro país existen protocolos laborales que promueven una buena convivencia y seguridad en los espacios de trabajo, los accidentes pueden pasar en cualquier momento lugar y desencadenar una serie de lesiones en el lugar de trabajo.

La Dra. Ana María Bravo, médico jefe de la Central de Operaciones de Help, dijo que “también es fundamental mantener la calma y seguir las instrucciones de los encargados de seguridad de la empresa, de modo que la ayuda a los afectados sea de la mejor manera posible”.

En este sentido, la experta entrega diversas recomendaciones para cuidar la salud laboral y tomar las precauciones necesarias.

Identificar el lugar de trabajo. Lo primero es conocer físicamente el lugar, los elementos con los cuales se trabajarán o usarán para el bienestar ―hervidores, enchufes, cuchillos, etc.―. Tener conocimiento de los lugares donde están los extintores, el botiquín y las rutas de salida de emergencia, entre otros.

Mantener ordenado y limpio. Las salidas y lugares de tránsito no deben estar colapsadas o con utensilios innecesarios, ya que pueden llevar a caídas o golpes que pueden ocasionar fracturas, luxaciones o hematomas. Por ello, es clave dejar cada cosa en su lugar y a eliminar lo que no sirve con inmediatez.

Descansar adecuadamente. Cerca del 50% de los accidentes más frecuentes se generan por los trastornos del sueño como insomnio, apnea, ronquidos y somnolencia diurna, de ahí la importancia de descansar y dormir las horas necesarias.

Participar en los simulacros. Es clave conocer los pasos a seguir en casos de emergencia, poner atención a las instrucciones y saber toda la información posible durante los simulacros. 

Cumplir con las normas preventivas. No correr en escaleras y pasillos, atender avisos de reparaciones, posiciones adecuadas, normas de sangre y fluidos, etc.

Conocer los riesgos existentes. Es clave que exista un comité encargado de dar a conocer sobre los potenciales riesgos en los lugares de trabajo, como las caídas a desnivel, sobreesfuerzos, digitación, contacto con elementos cortopunzantes, accidentes de tránsito, caídas, incendios.

No realizar acciones temerarias. Una vez teniendo conocimiento de los riesgos, es esencial que las personas no realicen actos imprudentes, que los expongan a peligros innecesarios.