El futbol uruguayo y el país en general se encuentra consternado por el caso del pequeño Felipe Romero, un jugador de 10 años que fue hallado muerto con un disparo en la cabeza junto al cuerpo del asesino, Fernando Sierra, entrenador del Club Defensor de Maldonado.

Los cadáveres fueron encontrados en la sierra de Villa Serrana, a 150 kilómetros de Montevideo en donde, según los reportes de las autoridades, “el hombre estaba de espalda al suelo y el niño, boca abajo, semiabrazando al hombre con su cabeza cerca del pecho”.

La víctima era hijo de Luis Romero, un ex jugador de Peñarol y según los resultados de la autopsia, el asesino sedó y abusó sexualmente del menor antes de dispararle.

Tras el entierro, la madre del niño, Alexandra Pérez, dio detalles sobre la relación ‘casi paternal’ que Sierra tenía con su hijo, revelando que el niño comenzó a referirse hacia Fernando como si fuera su padre, mientras que el hombre se tomaba atribuciones que no le correspondían ya que él no era el padre.

“Yo consulté el tema con una psicóloga. Ella tuvo una entrevista con Felipe. Le llamó la atención, por ejemplo, cuando le preguntó por Fernando. Es mi padre, le dijo a la psicóloga”. informó.

La madre del niño manifestó que su hijo siempre le externó la necesidad de contar con un padre.

“Yo soy madre soltera, el padre está ausente siempre y (con el entrenador) se complementaron (…) Felipe lo absorbió como padre y él como hijo”, añadió.

Por último aclaró que ella dejaba que su hijo conviviera con el hombre debido a que se “generó una confianza, una amistad».