La amenaza de algunos clubes de no cumplir con ciertos acuerdos previos relacionados con el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) generó que el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Arturo Salah, deslizara la opción de renunciar a su cargo.

La molestia se generó cuando el directorio desestimó un acuerdo previo de rebajar de cinco a cuatro el número de futbolistas extranjeros permitidos en los clubes, situación que generó la molestia del timonel del fútbol chileno, quien aseguró en ese momento que entraba en un «periodo de reflexión».

Pero los problemas no terminaron ahí, ya que los clubes de Primera B le exigieron a la ANFP que congelara las pérdidas de categoría en esta división, desestimando nuevamente un acuerdo previo sostenido en el Consejo de Clubes.

Ante ello, Salah dijo «quedar un poco inquieto porque hubo puntos en que no hubo acuerdo con la Primera B. Hay puntos de las bases que no podíamos honrar los acuerdos que estaban adoptados. No estamos disponibles para dejar de honrar esos acuerdos».