El Cementerio Municipal de La Calera se quedó sin espacio para recibir más difuntos y solicitó a los familiares usuarios del cuartel B, o patio social, para buscar una solución en conjunto.

Para ello, el área operativa municipal y trabajadores del cementerio, repararon la fosa común como una de las soluciones para el grave problema que aqueja al recinto.

Katherine Paredes, encargada de terreno del cementerio, indicó que dentro de los trabajos se incluyó una loza nueva y la instalación de cerámicas, entre otras labores, todo para que los familiares puedan optar a dejar a sus difuntos en este lugar y no piensen que es un botadero para sus restos.

“El hermoseamiento parte de la base de entregar un lugar bonito para que los difuntos puedan descansar, no es que estén botados, la idea es sacar ese concepto, es para que las familias tengan un lugar donde puedan ir a visitar a sus difuntos cuando ya no puedan seguir cancelando los arriendos o ya los terrenos que se han facilitado han cumplido su plazo legal que son cinco años”.

La mayoría de los difuntos del patio social cumplieron en el recinto más de cinco años, llegando algunos a 16 años, por lo que se hace necesaria la exhumación ya que habrían 117 nuevos espacios para sepultaciones.

Paredes expresó que el cuartel B es un lugar que cumple un rol social y es facilitado por un máximo de cinco años, y ahora, están pidiendo a los familiares que se acerquen a las oficinas del cementerio municipal para regularizar y ver los casos de manera individual.

“En este caso, la mayoría del patio social, o cuartel B, ya tienen 15 o 16 años en uso y legalmente deberían haber sido cinco, así que hay que comenzar porque la ley nos obliga a tener un lugar donde sepultar a los difuntos que están en situación de calle o en indigencia, es obligatorio ante la ley, por lo tanto tenemos que empezar a despejar de una u otra manera el patio social y estos difuntos deberían llegar a la fosa común que para eso la reparamos para que sea un lugar digno para que ellos lleguen”

Sin espacio para crecer

La encargada explicó que el cementerio, aunque está enclavado en un cerro, llegó a su capacidad máxima y no puede seguir creciendo por problemas de terreno ya que lo circundan quebradas y está al límite de la inclinación que permite el Servicio de Salud.

“Tenemos un déficit, el cementerio ya no puede seguir creciendo. Hacia los lados contamos con quebradas que no nos permiten y hacia arriba, los cementerios tienen permitido una pendiente, y estamos justo al grado de la pendiente permitida ya no podemos subir más al cerro. Por lo tanto ampliarnos en este mismo lugar no existe ninguna posibilidad”.

Otra posibilidad que estudia el municipio es la construcción de nichos de máximo cuatro pisos, por ello la Secretaría Comunal de Planificación (SECPLA) prepara un estudio que indicaría los lugares adecuados para construir pero serían lugares temporales, ya que desde el año 1979 los nichos no son perpetuos y se arriendan hasta por 20 años con renovación anual.

La alcaldesa Trinidad Rojo está muy preocupada por esta situación e instruyó que se busque un nuevo terreno para la construcción de un segundo cementerio municipal, “ya que los caleranos tienen la costumbre de dejar los restos de sus difuntos en tierra pero es un proceso que será a largo plazo”, concluyó la encargada de terreno del cementerio municipal.