“Desde Bolivia están llegando gran cantidad de camiones con concentrado de metales pesados. Estos son acumulados en un recinto interior del Puerto de Arica y los opera una empresa. Estos metales están causando una grave contaminación a los pescadores artesanales que trabajan en este sector y tenemos mucho miedo de que nos estemos enfermando gravemente”, señaló Luis Alejandro Pavez Ramos, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Arica.

El dirigente, junto a los 92 pescadores que conforman el sindicato, se encuentran actualmente desesperados, ya que la contaminación por polimetales contiene cantidades altísimas de plomo, arsénico y cadmio, según un informe emitido por la Secretaría Regional Ministerial de Salud de esa región y que se encuentra en poder de los trabajadores.

“La situación se tornó muy grave cuando nos dimos cuenta que las dependencias donde funciona nuestra sala de ventas de productos del mar estuvo cerrada por algunos días. Al abrirla nos encontramos que todo estaba cubierto por un polvillo negro. Esa peligrosa contaminación nosotros la estamos respirando todos los días, la llevamos a nuestras casas en la ropa y tenemos miedo de enfermar a nuestras familias”, agregó Alejandro Pavez.

Desde que se percataron de esta situación comenzaron a realizar numerosas gestiones, destinadas a terminar con el grave problema de contaminación de los metales provenientes de Bolivia, además de intentar conocer cuáles son los daños a la salud que ya tienen los pescadores que llevan mucho tiempo trabajando bajo estas peligrosas condiciones. El dirigente manifestó que “hemos denunciado esto en la Gobernación Marítima, en la Seremi de Salud, la Dirección de Salud y Medioambiente en Santiago, a Sernapesca a Subpesca, y han pasado meses y meses y la situación no cambia. Incluso le enviamos una carta a la Presidenta Michelle Bachelet, quien respondió, sin embargo, no, hay ninguna solución y ya estamos desesperados”.

Los trabajadores exigen que se les hagan exámenes de sangre para conocer el estado de contaminación que tienen en sus cuerpos, “pero se nos niega esta posibilidad, ya que la ley señala que tienen que ser trabajadores contratados los que pueden solicitar y acceder a este examen y los pescadores artesanales somos independientes y nos sentimos discriminados y sin la posibilidad de saber que enfermedad podemos padecer”.

Los pescadores artesanales están exigiendo a las autoridades tomar todas las medidas posibles para detener esta grave contaminación, que afecta una población flotante de más de 500 trabajadores. “No sólo necesitamos que se sellen las ventanas de nuestro lugar de trabajo, sino que se instalen filtros de aire, puertas herméticas y todo lo necesario para mantener libre de polimetales nuestra sala de ventas, además de que se nos realicen los exámenes pertinentes”.