La radiación solar está causando graves efectos en la población de Chile. Así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que entre el año 2010 y 2015 se registró un aumento de la tasa de casos de cáncer a la piel en Chile. De esta forma, la cifra ascendió a 25 casos por cada 100 mil habitantes, 5 casos más que los datos anteriormente recabados, ocupando el tercer lugar del cáncer más común.

Es por esto, y aprovechando el inicio de la temporada de piscinas es que el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) hizo un llamado a la ciudadanía a utilizar todas las formas de protección solar, y específicamente de los protectores solares, tanto a quienes aprovecharán las altas temperaturas para disfrutar de una tarde de piscina, como a los trabajadores quienes realizan sus labores al aire libre.

“Los daños causados por la radiación solar son acumulativos, y los potenciales daños van desde quemaduras hasta envejecimiento prematuro y cáncer a la piel”, indica Inés Carreño, Jefa de la Sección Cosméticos del ISP. Por lo mismo, la experta agrega que “el aumento del cáncer a la piel sigue siendo de más de 100% en la última década, con alrededor de 300 muertes al año en nuestro país, por lo que es vital protegerse de la radiación del sol”.

Una correcta aplicación es esencial

Debido a la diversidad de  presentaciones disponibles en el mercado   de un protector solar- crema, loción,  spray, gel,  polvo compacto, barras, entre otras- la autoridad agrega que “es fundamental que la persona lea la etiqueta del producto, ya que en ella se encuentran las indicaciones según su presentación  para su correcta aplicación, almacenaje y datos importantes como la vida útil del producto”.

En relación a la correcta aplicación, Carreño agregó que el protector solar “debe ser aplicado en la cantidad suficiente para que proteja la piel adecuadamente, por lo cual se recomienda 1 cucharadita para cada extremidad, media cucharadita para el rostro, cuello completo y orejas. Esto significa que hay que aplicar aproximadamente 6 cucharaditas de té para el cuerpo completo y así ir cubriendo completamente todas las áreas expuestas, al menos 20 minutos antes de la exposición al sol”. El producto además debe aplicarse nuevamente cada 2 o 3 horas, sobre todo si se hace ejercicio, se transpira, o si se está en la playa y se está en contacto con arena o agua.

Cómo elegir un buen protector solar

Al momento de elegir un protector solar, es importante considerar que el protector debe tener la mayor cobertura posible sobre los distintos rangos de radiación, como los rayos UVA y UVB. Además, debe tener buena adherencia a la piel para que no se salga con la transpiración, agua o roce y tener una textura adecuada u agradable para el usuario, y de esa forma, siga utilizándolo.

Además, la autoridad destacó que “las personas deben fijarse que el producto cuente con registro del ISP, el que puede estar en el envase primario o en la caja externa. El rótulo debe estar en español, señalando claramente el Factor de Protección Solar (FPS), el lapso de tiempo en que se debe re-aplicar el producto, su fórmula, el uso, la fecha de vencimiento y la advertencia que los niños  pequeños no se deben exponer al sol”, añadió.