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img-20160906-wa0007Marcelino Lucero Grandón es el candidato H-27 a Concejal por Viña del Mar. Un accidente a los 23 años lo dejó enfrentando la vida sin sus piernas y a pesar de esto, no bajó los brazos y hoy es un ejemplo de superación, trabajo, constancia y consecuencia.

¿Por qué postularse a concejal cuando la vida ya está hecha?

“Porque he vivido plenamente, sé perfectamente que jamás hay que rendirse y que todo se puede. Es cierto, el diario vivir se nos hace bastante complicado en silla de ruedas. Nada está adaptado para nosotros y es por eso que levanto mi mano y digo YO. Sí, yo quiero trabajar duro para que mi Viña del Mar sea, además de una ciudad bella, una ciudad inclusiva en la que todas las personas que tenemos dificultades para movilizarnos, podamos hacerlo. No hablo solamente de los discapacitados, sino que también de la tercera edad, cuando ya nos cuesta más mover las piernas y bajar o subir una escala se nos hace muy pesado.”

¿Cómo llega a acercarse al servicio público?

“En realidad, desde que pasé a ser discapacitado, nunca quise ser tan diferente y he hecho mi vida como cualquier otra persona: estudié, trabajé, me casé, tengo 3 hijos y 3 nietos maravillosos. Igualmente mantuve mi afición por el deporte, me gusta mucho el surf y, especialmente el tenis. Es en esta última actividad con la que me he hecho más conocido, hace poco (entre el 5 y 8 de octubre) estuve a cargo del “XI Campeonato de Tenis en Silla de Ruedas Con Cón 2016”, organizado por el Club de Tenis Winning Wheels, que yo dirijo, y patrocinado por el Comité paralímpico de Chile junto a la rama deportiva de la Teletón de Valparaíso. Este tipo de actividades son las que te hacen ver que no es tan fácil para todos adaptarse al diario vivir y que es necesario hacer algo para ayudar”

¿Su compromiso?

“Tal como lo dice mi slogan: ‘La inclusión es mi misión’, espero salir electo y así poder velar concejo a concejo por resguardar que en cada proyecto municipal, especialmente los referentes a edificaciones y obras viales, se contemplen accesos, subidas y bajadas, especialmente habilitadas para las personas con problemas de movilidad, ya sean discapacitados o personas de la tercera edad que deben utilizar silla de ruedas o bastones para transitar; lo mismo respecto de las oficinas de atención a clientes, creo que deben tener a lo menos una ventanilla más baja y que no sea una incomodidad,  tanto para la persona con capacidades diferentes como para el funcionario que nos atiende».