La selección de Chile enfrenta el día de mañana uno de los partidos más importantes de su historia. El compromiso frente a la selección de Argentina simboliza todo lo que ha sido este nuevo proceso del fútbol chileno. Dudas, críticas y un considerable repunte que ilusionan a la gente.

Por más que se minimice la opción de salir campeones de esta Copa América Centenario, considerando el rival que tenemos en frente y la importancia misma que le hemos atribuido a esta copa, la esperanza de poder nuevamente ver a la selección chilena dar una vuelta olímpica sin duda que hace latir el corazón de todos los chilenos.

Y es que ha sido un proceso complicado. De menos a más mejor dicho. Dudas del nivel futbolístico, con actuaciones bajas de algunos jugadores que terminaron tapando bocas en las instancias claves, como Claudio Bravo o Jose Pedro Fuenzalida. Lo mismo para un director técnico que asumió un desafío bastante complicado.

Para Juan Antonio Pizzi esta era la primera vez que tenía la oportunidad de dirigir una selección. Agarrando el fierro caliente que significaba en aquel entonces Chile, considerando la salida de un técnico que le había entregado la primera copa de su historia al país, y los líos dirigenciales que ocurrían en la ANFP, donde hasta el día de hoy no existe una claridad de quienes son los verdaderos involucrados en todos los desfalcos económicos que presenta el ente rector del fútbol chileno.

Pero nada de eso influyó. Chile pese a no jugar bien durante los primeros partidos, comenzó a mostrar una importante alza en su nivel de juego en los partidos donde debía marcar diferencias. El 7-0 frente a México dudo que sea olvidado por cualquier hincha de la selección, o el buen nivel que se mostró frente a Colombia.

Es por eso que mañana no está solo en disputa el título de campeón, sino que el orgullo de los jugadores, técnico y de nosotros como hinchas. Nuestra historia futbolística no ha estado plagada de éxitos, sino que todo lo contrario, salvo la última década.

Y por eso, ahora tenemos la instancia para reivindicarnos como país. Pasar a ser uno de los ganadores de «América», demostrar que el chileno deja todo en la cancha sin importar el resultado o público presente, y por supuesto, que la camiseta de la selección se defiende con la vida en las buenas y en las malas.

Porque el orgullo de ser chileno lo manifestamos de muchas maneras, pero mañana, lo defenderemos en la cancha. Vamos Chile.

Diego Rodríguez H.
Periodismo UAI Viña del Mar
Panelista «Somos Deportivos» Radio Valparaíso