Malí reaccionó a tiempo, venció a Bélgica por 3-1 y por primera vez en su historia disputará la final de una Copa Mundial Sub-17  de la FIFA.

Entre la anarquía creativa de Malí y el orden táctico de Bélgica, el inicio del encuentro resultó muy parejo. Paradójicamente, en el momento en que los africanos parecían volcar la balanza a su favor, Dante Rigo recibió una exquisita asistencia de Jorn Vancamp para abrir el marcador (0-1, 16′).

Más allá de aquella buena oportunidad del mismo Vancamp para estirar la aventaja, el gol pareció apagar a los belgas y encender a los malienses, que rápidamente se fueron encima de su rival. No extrañó, entonces, en gran gol de Boubcacar Traore que estableció el empate (1-1, 22′).

Bélgica volvió a hacer pie, sobre todo al hacerse del balón, y bien pudo irse al descanso en ventaja, más allá de esa ilusión óptica de que Malí había estado más cerca. Lo pagó caro en el segundo tiempo, cuando su arquero Jens Teunckens calculó mal en un pelotazo largo desde el fondo y le dejó servido el segundo tanto a Sidiki Maiga (2-1, 56′).

Bob Browaeys apeló al banco y puso dos delanteros netos, pero sus muchachos desaprovecharon otras dos claras oportunidades de marcar. Seku Koita, en cambio, no perdonó y con un zurdazo selló el duelo (3-1, 85′).

De este modo, Malí jugará la final del torneo el próximo domingo 8 de noviembre ante el ganador de México y Nigeria. Ese mismo día, el perdedor enfrentará a Bélgica en el partido por el tercer puesto. Ambos encuentros se jugarán en Viña del Mar.