El equipo médico del Hospital Eduardo Pereira de Valparaíso dio de alta a un paciente histórico de la Unidad de Paciente Crítico (UPC), tras seis meses de hospitalización. Se trata del porteño y estudiante de Derecho de la Universidad de Las Américas, Hans Fuentes, quien ingresó al servicio de Cirugía del establecimiento en enero pasado, luego de haber estado interno en el Hospital Carlos Van Buren. El diagnóstico presentado fue una colecistitis litiásica aguda, es decir, inflamación de vesícula.

El estado de Hans -quien es enfermo renal desde los 16 años- empeoró con el transcurso de los días y el retorno a casa estuvo cada vez más lejos. Por causa de la colecistitis presentó una sepsis grave: infección inicialmente localizada en la vesícula y con compromiso de múltiples órganos a distancia.

Estuve con respirador artificial y pérdida de conciencia. En abril tuve una crisis muy fuerte; por lo que me contaron, hice una infección urinaria. Por estar con las defensas tan bajas fui atacado por muchas bacterias. Creo que perdí cabello. En mayo vinieron los cambios: mis heridas mejoraron y los antibióticos, que eran muy fuertes, comenzaron a hacer efecto.

La doctora Mónica Cevallos, jefa de la UPC del Hospital Eduardo Pereira, siguió muy de cerca el caso de este paciente, durante los 189 días que estuvo en su servicio.

Hans presentó muchos cuadros, entre ellos un shock hemorrágico, sepsis por hongos, pielonefritis aguda (infección urinaria alta), tres infartos agudos al miocardio (secundarios a la anemia y estrés de la sepsis). Entró 12 veces a pabellón por cirugías y aseos quirúrgicos.

La admirable lucha y resiliencia de Hans siempre estuvieron presente. Nunca lloró. Según cuenta, fue un paciente cooperador y “estuve disponible para todos los exámenes y tratamientos. Nunca pensé en los días que me quedaban por salir. La clave está en controlar la ansiedad. Esto fue un tema de actitud: me concentré en recuperarme y siempre pensé positivo”.

Por ahora, Hans espera retomar pronto sus estudios de Derecho y continuar avanzando por la vida, esa que define como “lo más valioso que uno tiene”. Según cree, está más fuerte que antes de entrar al hospital. Hans le ganó a la muerte y está preparado para una nueva batalla que le depare la vida y el destino.