En libertad con firma mensual por tres años y suspensión de licencia de conducir por 60 meses, quedó Óscar Aravena Arias, el conductor que terminó con la vida de Karen Meza y Juana Ruiz el pasado 21 de febrero cuando las atropelló en calle Molina con avenida Errázuriz en Valparaíso.

El imputado, que conducía bajo los efectos del alcohol, en la audiencia realizada la mañana de este miércoles en el Tribunal de Garantía porteño, pidió perdón a las familias y aceptó un juicio abreviado, en que el juez Daniel Zúñiga, consideró que Aravena colaboró con el proceso, determinando rebajar la pena, lo que para las familias de las victimas fue una burla.

Sandra Ruiz, mamá de Juanita, se mostró impotente con el fallo, el que catalogó como injusto:

Nuevamente la justicia nos da una puñalada, con el perdón que supuestamente estaba pidiendo el imputado no me va a devolver a mi hija, yo no estoy solicitando dinero, yo quiero que el pague en la cárcel, para que a otra familia no le pase lo mismo y seamos precedentes, porque ya esta bueno de tantas muertes, y los irresponsables que asesinan los dejan libres y nosotros estamos muertos en vida.

El abogado Guillermo  Flores, representante de la familia Meza, explicó que se optó por un juicio abreviado.

“Lamentablemente el juez estimó que hubo una colaboración sustancial, lo que redujo la pena en tres años y el tramo no nos permitía tener una medida sustantiva de mayor intensidad como libertad vigilada por ejemplo, o en su defecto cumplimiento efectivo que como el tramo es hasta tres años, lo que corresponde es lo que se otorgó en esta audiencia.”

Por su parte Carolina Figueroa, presidenta de la Fundación Emilia Silva Figueroa, reconoció estar preocupada por esta resolución del tribunal: «Conducir y beber es un delito y este tribunal no se da cuenta de eso, da una mala señal y nos dice que dos muertos y dos lesionados graves valen tres meses de firmas mensual y eso es una vergüenza”