guitarraUna banda juvenil interpretaba la canción ‘Roar’, de Katy Perry, en un concierto, pero las cosas no iban de la mejor manera posible. La voz desafinada de la cantante y la ininteligible melodía del pianista colmaron la paciencia del guitarrista, que paró en seco y pregunto a sus compañeros de banda si habían oído alguna vez la canción. Sin esperar una respuesta, el hombre destrozó su instrumento y abandonó el concierto.