• Quien fuera el 30º mejor árbitro del mundo y uno de los mejores del país, gobernará el municipio de Coihueco durante 4 años a partir de diciembre de este año. En la otra vereda, el veterano entrenador –tercero en el mundo conla Sub-20en el Mundial de Canada 2007- respira por la herida, disparando a diestra y siniestra, calificando a la política de “sucia” tras haber sido derrotado en Coquimbo por un candidato concertacionista

Como en la vida, uno ríe; el otro, más que llorar, vocifera, patalea, pela, prende el ventilador y dispara. Uno, Carlos Chandía Alarcón, exitoso árbitro del fútbol chileno durante una década, uno de los mejores del Sudamérica, 30º del mundo según la Fifahace unos años y ex profesor de sus pares por un breve periodo, celebra. Ganó un sillón alcaldicio, con el 48,62% representando al bloque Coalición por el Cambio (ILH), en dura batalla con el concertacionista Arnoldo Jiménez (PPD), quien con un 46,32%, no fue reelecto como alcalde de Coihueco, comuna ubicada en la 8ª región, al oeste de Chillán.

“Es un partido bastante largo…de cuatro años (risas). Muy contento con los resultados electorales y que la gente me haya dado su confianza. Puedo decir con propiedad que soy profeta en mi tierra. Soy hijo de esta tierra y la gente me manifestó su cariño y su confianza con esta votación. Bromeo con aquello de que será el partido más largo de mi vida, de cuatro años de duración, pero no dudo en decir que es el mejor partido de mi vida”, afirma alborozado cuando se le consulta por su triunfo.

¿Qué motivó a un hombre que tuvo coraje para aceptar críticas del público en los estadios, simulaciones y engaños de jugadores dentro de la cancha, para derivar al servicio público? Esto respondió Chandía: “Son muchas las razones por las cuales yo llegué a este tema del servicio público. Durante mi ejercicio arbitral, sabía que se iba a dar esta situación de poder servir a mi comunidad. El tema social, el tema salud, que me tocó directamente y quizás ahí me motivé para tomar la decisión de aceptar este reto. Un problema familiar vinculado con el área salud, me motivó, pues en vez de demandar al sistema municipal de salud, opté por este otro camino de buscar soluciones a este sistema que presenta muchas fallas”.

Sobre qué priorizará durante su periodo alcaldicio, Chandía prioriza lo general por sobre temas puntuales. “Queremos transmitir esta experiencia del fútbol a los1.776 kilómetroscuadrados que tiene Coihueco, tratando de aplicar justicia social, trabajar por los más desvalidos, por las familias más vulnerables. Eso es lo que queremos hacer en realidad, que los recursos municipales lleguen efectivamente a quienes más lo necesitan. Vamos a trabajar siempre por quienes más lo necesitan. Independiente de si uno es verde, amarillo, rojo, azul, blanco, lo que importa es trabajar por los que votaron por nosotros, pero de sobremanera, por aquellos que no votaron por uno. Mi premisa, mi objetivo es trabajar por toda la comunidad, más allá de su pensamiento. Vamos a trabajar por toda la comuna y con toda la comuna de Coihueco”.

LA VIO NEGRA

La otra cara de la moneda fue José Sulantay. El “Negro”, cascarrabias y hombre de carácter fuerte, se presentó en estas elecciones para competir al sillón alcaldicio de Coquimbo. Cuando joven dicen que simpatizó conla Social-democracia. No obstante, en estas elecciones, tuvo apoyo del oficialismo. Con fama de “sube equipos”, del ascenso a la 1ª división y con un palmarés que apunta al tercer puesto en el Mundial Sub-20 de Canadá el 2007 en su carrera futbolística, Sulantay creyó que en la arena política, podía ganarle al DC Cristián Galleguillos, a la postre ganador de la alcaldía coquimbana, con un 45,66%. Sulantay alcanzó un modesto 27,59% de las preferencias.

Dicen que el “Negro” terminó más que molesto con esta derrota. “Aclaro que no conocía el mundo de la política. Ahora, más que decepcionado, mi participación en las elecciones municipales, me permitieron darme cuenta de cómo se hace política en Chile y porqué la gente no vota ni participa. Ratifiqué eso. Nunca pensé hasta donde podía llegar la maldad, la poca categoría de las personas para luchar por alcanzar el municipio. No logro entender el porqué tanta suciedad, tanto insulto, me denostaron de manera increíble. Lo mío era una aspiración, no una ambición, y por la experiencia vivida, cada vez me convenzo más del porqué la gente no quiere nada con la política”, dispara de entrada.

Sobre qué hechos concretos ensuciaron su campaña o su persona, Sulantay no profundiza, pero continúa con su tirria: “Lanzaron volantes con cosas en mi contra, buscaron gente que hablara mal de mi e incluso, me buscaron situaciones del fútbol en que yo hubiese incurrido en un error. Incluso, me confidenciaron que algunos candidatos cedieron votos a favor del alcalde electo (Cristián Galleguillos). Me buscaron por todos lados para bajar mi candidatura, pero no me encontraron nada. La idea siempre fue que yo no llegara a la alcaldía de Coquimbo”, asegura.

Respecto de los responsables de esta “suciedad”, Sulantay apunta al bloque concertacionista, sin dilación. “Fue gente dela Concertaciónla que hizo todo lo posible por sacarme de la carrera alcaldicia. Siempre hablé de limpiar el municipio de Coquimbo, y anuncié que haría una auditoría profunda al llegar al municipio. Pero como eso era una bomba porque está todos (los concertacionistas) metidos en este tema, hicieron lo imposible por sacarme de carrera”. De paso, el “Negro” lanza una crítica a quienes respaldaron políticamente su candidatura. “Nosotros íbamos por una línea distinta y ahí quizás pequé de ingenuo, porque fueron muy blandos en mi defensa. No recurrimos a ninguna acción como la que emplearon en mi contra. Prefiero seguir con mi línea de vida, ser limpio. Pero a la luz de lo ocurrido, opté por dar vuelta la página y decir nunca más a la política. Nunca más meterme en algo tan complejo, al menos por como se dio el proceso eleccionario acá en Coquimbo, pues no hablo de otros municipios”.

Para remachar, Sulantay repasa el entorno del municipio coquimbano, señalando que la corrupción brota como manantial paradisiaco en el puerto principal del norte chico. “Eso lo tengo refrendado con documentación de informes que hizola Contraloría, que señala que entre los 20 municipios más corruptos del país, Coquimbo ocupa el segundo lugar”.

Dos caras de estas elecciones. Una vez más, deporte y política con una relación de amor y odio. Chandía quiere hacer grande a Coihueco y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Sulantay en tanto, pasó a integrar ese numeroso grupo de críticos que tras una derrota electoral, reniega de la política y dispara con todo y contra todos. Como en el fútbol, a veces hay que saber perder…